"Vivir, solo cuesta Vida"
Ropa Sucia - ¡Bang! ¡Bang! Estás liquidado (1989) - Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota
Ropa Sucia - ¡Bang! ¡Bang! Estás liquidado (1989) - Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota
Quién puede negar que la oportunidad con mayúscula es la Vida. Una sucesión de oportunidades, tantas como mañanas, tantas como primaveras, incontables momentos, tantísimos instantes en donde siempre tuvimos y vamos a tener la maravillosa libertad de elegir, bien o mal, eso por hoy no nos interesa; si en cambio dos palabras, libertad y elección.
¿Y por qué una dicha? Precisamente por eso, porque vivir nos genera preguntas, nos llena de dudas, de curiosidad, esta curiosidad encausada en preguntas bien formuladas nos lleva a una respuesta, respuesta que alumbra sobre la oscuridad de la ignorancia, pequeña sabiduría adquirida gracias al interlocutor mudo o no, acertado o no; la cuestión es que la duda de si vivir es dicha es la respuesta a la pregunta que encabeza el párrafo. Todavía podemos dudar.
Es una dicha dudar, es una dicha vivir, y en esta línea de pensamiento es que quiero traer a colación al autor de esta tamaña afirmación, es un Hermano mío, es Lucho; primer tipejo que me vino con esta inquietud que comparto y hoy (en un exceso de tupé) me atrevo a llevar por escrito... si todas las problemáticas, sin sabores, amarguras, malos ratos, pérdidas, sufrimientos, que condimentan nuestro caminar, forman parte de la Vida... pues Lucho en primer lugar y luego yo, nos atrevemos a decir que todos estos "aparentes" malos momentos son una dicha, solamente por el hecho de formar parte de la Dicha Magna que es Vivir.
Es quizás una óptica diferente, puede ayudar o no, lo que si no podemos negar es que alegrías y tristezas forman parte de un todo, de la Vida y si vivir es una Gran Oportunidad, ¿por qué entonces no puede haber oportunidad para la tristeza? ¿por qué solamente la dicha debe ser alegre? ¿acaso la felicidad no pasa por el crisol del fuego para quedar pura como el oro? ¿acaso nosotros no debemos pasar por el colador de la tribulación?
Un día como hoy, hablando de la dicha no puedo dejar de recordarte, como no traerte desde el corazón sentarte frente a mí, atarte en un abrazo y decirte: juguemos una vez más, ¡Truco al tres! Pero esta vez por favor, dejame ganar. ¡Gracias Nono! ¡Gracias por dejar tantos vacíos llenos, Gracias Maestro por llevartelo a tu casa en la víspera de tu Nacimiento!
.egui.