viernes, 16 de diciembre de 2011

¡Salud Perseverancia!

Brindemos, brindemos que se ha terminado un camino y comienza otro. Se ha terminado una obligación y comienza otra. El camino andado mucho ha dejado para saborear, para pensar, para volver de momentos, para recordar y aprender, para olvidar, archivar pero si algo ha dejado es un triunfo. Una batalla que ya no se ha de librar, un umbral que ya no habrá que saltar, una tormenta que ya no va a mojar ni mucho menos asustar; al contrario, con el tiempo va a enorgullecer.
La batalla se dió en un templo, en un templo del saber que a tantos vió pasar y a muchos no volver. Pero esta historia es de aquella que supo volver, una y otra vez, con esperanza renovada, ilusión a cuestas y dos armas: oración y valentía. Oración en reconocimiento y aceptación de la Voluntad de aquel que gobierna nuestros caminos. Valentía para desafiar a las sádicas burocracias estatales que toman forma de instancias finales. También para desafiar quizás a nuestro más grande enemigo, nosotros mismos, nuestras metas, nuestras exigencias, nuestros proyectos, nuestras presiones, nuestra vana e ilusoria espera de resultados "positivos". Con todo eso y mucho más, decidió siempre batallar, militar (porque de eso si que sabe), cual cruzado a Tierra Santa, así iba ella... grandes obstáculos supo rodear, desilusión, inseguridad, falta de motivación, dudas sobre sí, y varios etcéteras que vienen a dar cuenta de lo escarpado del camino.
Con este panorama, les confieso, que yo me hubiera achicado pero he aquí que nuestra protagonista supo hacerse grande en la prueba, fuerte en la tribulación, humilde en la equivocación, paciente en la espera, y por sobre todas las cosas fue perseverante en la acción. ¡Salud Perseverancia! Gran móvil que te llevó al punto tan anhelado, persevera hasta el final y te será entregada la Corona de la Vida, dice el libro de las Revelaciones, y vos hiciste carne este pasaje, con la mirada puesta en la meta, en la cumbre. Y allá fuiste, hacia lo alto según Pier Giorgio, donde los que no se achican llegan.
Me toca ver todo esto de un lugar privilegiado, fui un espectador de lujo de esta coyuntura que atravesaste, no solamente airosa sino también, tenazmente educadora fue tu actitud frente a la cantidad de mesas y presentes que fuiste sorteando.
Desde el corazón te felicito hondamente, gracias por dejarme caminar a tu lado. Con una historieta así quién no se irá atender con esta Doctora que sale al mundo, donde además de asimilar su ciencia, enfrentó mano a  mano cada uno de los avatares que la Voluntad puso en su caminar.
Mis repetidas felicitaciones Ga, y si a usted (lector) le parece exagerado; es que no tuvo la dicha de ver la cosa tan de cerca.
¡Te amo!

lunes, 7 de noviembre de 2011

Domingo 21.00

El mejor invento...
El haber leído algunas líneas hace muy poco tiempo, alimentaron mi reflexión sobre tan dichoso juego. El Fútbol.
Recuerdo siempre esos primeros pasos, que las fotos ayudan visualizar, en donde uno vestía orgulloso los colores heredados, por vía paterna generalmente, y su mejor compañera, la pelota. Donde no era necesario ningún requisito específico, ni mucho menos se exigía cierto nivel, solamente basta un poco de espacio y poner la pelota a correr. Porque precisamente es eso el fútbol, ver y desear la pelota correr, un emisor, un receptor, un entrometido que la quiere robar, otro cuidar y uno más osado convertir. Convertir en una de las palabras más usadas en el mundo, en donde no se pronuncia en tono moderado, siempre se grita: ¡GOOOL! y  ya el filósofo parece que lo había reflexionado, es quien mueve sin ser movido, que ordena y da el primer empujón para que se desate un cúmulo de emociones, que querer encasillar en palabras sería estéril.
Todo esto también para dejar escrito en algún lado, las vivencias domingueras de las nueve de la noche. Porque si en esencia el fútbol es lindo, imagínese usted si se comparte con amigos. Quizás en la semana no los viste, no charlaste, no cruzaron ningún café, pero basta con verlo correr y tocar la primera pelota para adivinar como es que anda este amigo tuyo para dar rienda suelta a su ilusión en una esquina perdida del magno Alberdi, felizmente adornada con dos canchitas de cinco.
Ayer, Domingo, fue uno de esos encuentros donde el fútbol nos reunió una vez más para sorprendernos y hacernos acordar de que es uno de los pocos momentos en donde uno no se preocupa ni por lo que pasó ni por lo que vendrá (excepto que sean jugadas) y se dedica y encarga de vivir el presente, de no perder de vista un instante el balón y su dueño temporal. Ayer ganamos. Perdón la exageración pero créame que yo comienzo mi semana de otra manera, con la sensación de aquel que saldó una deuda, que devolvió algo ajeno, que le pudo devolver una sonrisa, al juego que nos arrancó tantas lágrimas, tantas emociones, tantas carcajadas, con un caño, un sombrero, un fierrazo desde lejos, con un cabezazo a contrapierna, con una pared, un pase en cortada, en fin, repaso en mi cabeza lo arriba escrito y la alegría llena plateas.
A los domingos de cancha con mi viejo, a los domingos de fútbol con amigos, al fútbol de todos los días; les agradezco su grata compañía.


"Y porque si,
porque sobran las bolas,
de matarla con el pecho
y no tirarla afuera.
Para jugar 
de local en cualquier cancha,
aunque pongo el corazón
y vo´ poné la plancha."

El baile de la Gambeta - Bersuit Vergarabat



.egui.

jueves, 20 de octubre de 2011

a mis Amigos...

En esos días en donde lo bueno se ha escondido,
la alegría sigue dormida y
la última sonrisa se ahogó en una copa de vino,
me acuerdo de ustedes... mis Amigos.

Y va con mayúsculas por mero homenaje
que hasta las letras deben rendirle
a tan gratas personas
y de tan diversa estirpe.

Que los caminos se han cruzado
nadie puede negar,
lo importante es entender porqué
juntos vinimos a parar.

Porque casualidad sería un insulto
ni me hablen de la suerte,
es pura providencia
coincidir en un mismo puente.

Amigos son los amigos, decía la caja boba
pues mas respeto yo pido
que los míos
son Hermanos Elegidos.

No por mi dedo, sino por el del Creador
a quién tan agradecido estoy
de habernos juntado tan cerquita
es que no me puedo pensar, sin ellos, ni un día.

El Paraná fue testigo
de tan gratos momentos,
y mi corazón hoja en blanco
donde fueron escritos dorados versos.

Una pelota siempre hubo
para dar vida a minutos muertos,
donde con nosotros no pudo
ni siquiera, el bravo sol de enero.

Y voy cerrando para volver
porque volver es encontrarlos
y encontrarme una vez más
en cada uno de sus abrazos.

.egui.


lunes, 26 de septiembre de 2011

A mi Padre


Aquella persona que decidió vivir,
vivir una vida común y corriente
con grande paciencia y amor
sabe ser feliz y sonriente.


También eligió vivir en matrimonio,
que desde el esfuerzo y el sacrificio
con ayuda y mano propia
forjaron fidelidad y amor.


Puntualidad y responsabilidad lo describen,
una sonrisa y predisposición le visten
como bandera, su trabajo
y su bastión mejor: su casa.


Cuidadoso de sus cosas, por una razón
todo lo que tiene es fruto de sacrificio
Cuidadoso pero no mezquino, lo suyo es de otros
presta desde el corazón y hasta el corazón prestó


La rudeza de su mano habla de labor
su semblante sonriente muestra su corazón
su físico fornido la fortaleza de su alma,
su sonrisa, su estilo de vida.


De pocas palabras... pero cuando hablaba, decía
porque su idioma es el buen humor
su palabra preferida: familia
su mejor momento: una reunión con los suyos


Cariñoso y sincero, de corazón agradecido
cosecha a diario lo sembrado en sus 60 y pico
con la tranquilidad de aquel que sembro semillas de amistad,
recoje hoy frutos de Amor.


¡Desde el corazón agradezco tenerte! ¡Te quiero!
.egui.

martes, 9 de agosto de 2011

Desayunando esperanzas.

A los participantes de aquel grato encuentro...

Casi sin buscarlo, aunque bien en el fondo no estoy tan seguro de que así fuera, salimos al encuentro de ustedes, o ustedes a nuestro encuentro. Si con cada mañana se renueva la esperanza, créame que aquellas primeras horas de un sábado perdido, fueron la inyección antiderrotista. Esto de ninguna manera es una preclara defensa del optimismo (con el cual nos llevamos muy poco), pero si se puede ver como una mirada diferente. Eso precisamente, una mirada. Un intercambio de vidas, una amalgama de experiencias, una comunicación sin palabras, un fundir caminos para tratar de que ya no sean diferentes las vías que uno transita. Yo estoy seguro de que si no hubiéramos sido nosotros, hubieran sido otros pero ya que fuimos nosotros, aprovechemos las coordenadas que nos han sido confiadas para hacer del tiempo y del espacio un momento con sentido, con sentido de trascendencia, digno del recuerdo.
Ni yo, ni vos, ni nosotros estábamos preparados para compartir una mañana, pero ¿qué es estar preparados? ¿hay que estar preparados para dialogar con la mirada? Si cuando los ojos pueden percibir que se acerca alguien de buena voluntad, con una sonrisa, con un semblante esperanzador, con ganas de compartir, difícilmente puede uno negarse.
Un encuentro que anhelo se repita, sabemos bien que es poco lo que cada uno tiene para brindar pero no por eso tendríamos que dejar de hacerlo; al contrario tendríamos que poner todo (que es poco) de cada uno de nosotros para que el próximo encuentro vaya fijando las bases de las sólidas aceras de la constancia, herramienta utilísima en estas tareas.
Por eso la invitación, salgamos a las calles una vez más, dejemos la comodidad y la adicción del confort para poder darnos cuenta de lo verdaderamente trascendental, que es poner en uso ni mas ni menos que uno de los caracteres intrínsecos del hombre, somos animales sociales. ¿Acaso no estaríamos cercenando una parte de nuestro ser si no nos ocupáramos de nuestros pares?
Que lo fraterno reine en lugar de lo hostil, que lo solidario señoree por sobre la individualidad, que lo cercano establezca relaciones, que lo sencillo mande sobre la opulencia, que lo humilde sea reivindicado, que lo bueno encontrado y lo malo olvidado, que lo humano sea tal y no reduzcamos su visión al mero instinto de sobrevivir, cuando estamos hechos para convivir.


.egui.

miércoles, 15 de junio de 2011

Desde la bronca...

Pido perdón porque me voy a tomar el atrevimiento de escribir parado desde la pasión, donde sabemos que todo es volátil, efímero, y porque no, ilusorio. Siempre corriendo el riesgo de equivocarme gravemente, pero en algo nuevo, como sucede los "adicionales 60 minutos".
Estoy con bronca, con ganas de plasmar aunque sea en banales palabras esto que me lleva a mirar las cosas esta vez (espero que sea la última) desde esta mentirosa cumbre de la bronca.
¿Cómo es esto de no poder más? ¿De qué se trata este buzón de que "la cosa no cambia"? ¿Algún osado se preguntó que es la cosa? y ¿por qué no cambia? Y planteo estas cuestiones porque estas expresiones siempre vienen a colación o como referencia a Personas, si, con mayúscula, por el solo hecho de que son.
De las mayores sangrías sociales, es esta de no querer cambiar y disfrutar de que la cosa esté como esté para así todos (me incluyo) convertirnos en opinólogos, panelistas de una estúpida mesa de un utópico debate, sin querer abordar ninguna solución y mucho menos la de acordar algo.
La cosa a la que se refieren con tamaña determinación, es una persona, igual que todos/as. Que triste creer que la posibilidad de "opinar", automáticamente nos eleva un peldaño y tenemos autoridad para precisar de que un devenir en tiempo no alteraría la "cosa", en adelante, Persona.
No cambia, escucho con sonrisa pedante. ¡No cambia porque no estamos dispuesto a adaptarnos! ¡No cambia porque somos nosotros quienes no cambiamos! No cambia, porque no estamos preparados para ver  el cambio. Hace poco que aprendí algo muy interesante, sospecho que con el tiempo lo profundizaré, es la "profecía autocumplida" y en pobres vocablos es precisamente tener el determinismo como certeza de que nada se va a lograr a la hora de empezar algo nuevo, transformándose eso que no cambia en la triste realidad.
Agradezco siempre al bien ponderado silencio que me interpela, me grita y me acusa de estar bastante quieto, gracias por ser el móvil que me traslada a los oscuros pasadizos de enigmas muy poco cuerdos.

                                      .egui.

martes, 19 de abril de 2011

La propuesta de Ordenar

Si la premisa es revertir, revolucionar, cambiar, transformar... ¿por qué no lo hacemos contra lo que nos proponen y obligan? ¿por qué no ordenar lo desordenado? ¿o revolución solamente son grandes irrupciones en utópicos poderes?
Se nos propone consumir, dividamos.
Se nos propone vender, regalemos.
Se nos propone exitismo, vivamos con-sentido.
Se nos propone golpear, abracemos.
Se nos propone matar, vivamos.
Se nos propone poder, humillémonos.
Se nos propone trepar, caigámonos.
Se nos propone mandar, obedezcamos.
Se nos propone facilidad, complejicemos.
Se nos propone alienación, pensemos.
Se nos propone dictar, escuchemos.
Se nos propone, se nos propone, se nos propone... Se nos obliga a ser blancos de tantas descargas incisivas y dirigidas, con el fin de socavar el orden natural de las cosas. Al Hombre lo defiende el Orden y el Orden debe ser defendido por el Hombre decía ya Mons. Tortolo, volviendo sobre el acabado concepto dual de cosmos y caos, para volver a reflexionar sobre la fuerza de la autonomía natural.

.egui.

martes, 15 de marzo de 2011

Tratando de Escribir

Podemos elegir entre dos plumas
para escribir nuestra verdad,
la pluma de la alegría o
la pluma de la tristeza

Cualquiera sea la que usemos
temblaría la mano por lo pesado,
por lo vivido, lo pensado y sentido,
lo anhelado, lo encontrado.

La alegre se detendría en los paisajes
en los caminos compartidos,
en los ocasos soñados,
en los firmamentos incumplidos.

A la triste le alcanzaría con poder escribir,
apenas trazar algunas palabras,
solamente para recordar que todo,
todo, deja marcas.

colorido y bien formado sería el trazo "alegre"
lleno de ilusiones en cada ribete
cargado de emociones en cada punto,
queriendo escribir con el corazón.

la pluma triste cargaría tinta de lágrimas
para en forma de gotas
ir plasmando aquellas horas,
que no volveran a pasar.

y así, según elección y criterio
iríamos eligiendo como escribir y con que pluma
solamente para poder transmitir
algunos resabios de la verdad.

.egui.

viernes, 4 de marzo de 2011

Apogeo del Eufemismo

En esta tremenda transición de querer demostrar que se va "progresando" una vez más las palabras vuelven a convertirse en armas para disparar contra la Madre Naturaleza. Se ha instalado fría y detalladamente cada vocablo para que suene mas decoroso, armonioso, tratando por vigésimo quinta vez escondernos la verdad.
Directamente ya no se habla mal, se miente... todo vaciamiento maliciosamente calculado tiene por fin llenar de información errónea, dolosa y ficticia cualquier idea o concepto. Mancharlo, ensuciarlo, injuriarlo, cuando bien se sabe que aquellas cosas que van en contra de la Naturaleza pueden permanecer un tiempo y causar profundos dolores pero como su esencia no es natural son víctimas del tiempo, que les derriba con toda su autoridad aquellas vagas teorías que trataron de derrocar a la Verdad Natural. Inclusive cuando estas teorías se llevan a prácticas, cuando estas prácticas se transforman en usos y costumbres, cuando estos usos y costumbres se tipifican en leyes, incluso cuando parece socialmente aceptado; nada ni nadie es capaz ni tiene la facultad de trascender la Naturaleza y el tiempo... fuerzas irrefrenables.
La Verdad no necesita disfraz, como tampoco suavidad al anunciarla; obviamente que el anuncio tiene que encuadrar el respeto por nuestro prójimo. Cada cosa tiene su nombre y por su nominación es que hay que pronunciarla.
¿Desde cuando al homicidio se le llama decorosamente "interrupción del embarazo"?
¿Desde cuando "despenalizar" algo que daña es bueno?
Tras una bizarra fachada de "progre" nos están acostumbrando a escuchar que los males son naturales y necesarios.

lunes, 31 de enero de 2011

Recuerdo Vivir

Basta con volver al mismo lugar, en la misma fecha, caminar las mismas horas, inclusive volver con alguna de aquellas personas que estuvieron en aquel momento, basta con volver a ese lugar para darse cuenta que nunca más volverá a ser el mismo.
El Negro dice que el camino mas difícil es el de vuelta, precisamente porque no existe. Yo estoy de acuerdo con este tipejo, porque si bien se puede volver, nunca se puede volver sobre los mismos pasos y muchos menos experimentar aquello que sentíamos en aquel pretérito avanzar. Cuando caminamos la vida, cada momento es único, irrepetible, imposible de reproducir, las vivencias no se fabrican en serie, las emociones no son prefabricadas, las sensaciones no se compran, los sentimientos no se equiparan ni comparan, el cúmulo de todas estas cosas, son los "recuerdos", nos condimentan y sazonan cada anécdota, vivida y por vivir.
Me atrevo a dejar por escrito que el recuerdo, no es una facultad meramente intelectual o sujeta a la memoria solamente, es una acción conjunta de las potencias del alma, inteligencia y voluntad, con un fuerte trabajo artesanal de nuestro buen amigo el corazón. Por esta razón y otras que seguramente se me escapan es que cuando recordamos, se pone en funcionamiento todo nuestro cuerpo, imágenes que son captadas por nuestros ojos, enriquecidas de olores y sabores, que muchas veces podemos sentir con nuestras manos para que hagan contacto con la memoria e inmediatamente pasar por el corazón y la razón lo vivido aquella vez, pero no para vivirlo otra vez sino para que recordemos vivir.
Hace poco estuve en un lugar que ya había estado, mejor dicho, tuve que alejarme un poco del lugar donde ya había estado y vivido, porque fue tal el "Recuerdo" de vivencias, sensaciones, emociones, olores, sabores, latidos y canciones que vibraron en mi ser que vinieron las lágrimas a testificar de primera mano que los recuerdos son vida, vida compartida, recuerdos que ocupan gran lugar en el corazón.
¡Ojo! Esto no es una apología a vivir de los recuerdos, sino que es una invitación a que nuestro caminar sea digno de habitar en el cofre atesorado de recuerdos. Recuerdos de Vida. Recuerdo vivir y eso me motiva a cuidar minuciosamente nuestro presente para más adelante decir, recuerdo vivir.
Porque los recuerdos carecen de valor axiológico, la connotación se la damos nosotros, cuidado con deformar los recuerdos, estaríamos tergiversando nuestro patrimonio.

.egui.