lunes, 31 de enero de 2011

Recuerdo Vivir

Basta con volver al mismo lugar, en la misma fecha, caminar las mismas horas, inclusive volver con alguna de aquellas personas que estuvieron en aquel momento, basta con volver a ese lugar para darse cuenta que nunca más volverá a ser el mismo.
El Negro dice que el camino mas difícil es el de vuelta, precisamente porque no existe. Yo estoy de acuerdo con este tipejo, porque si bien se puede volver, nunca se puede volver sobre los mismos pasos y muchos menos experimentar aquello que sentíamos en aquel pretérito avanzar. Cuando caminamos la vida, cada momento es único, irrepetible, imposible de reproducir, las vivencias no se fabrican en serie, las emociones no son prefabricadas, las sensaciones no se compran, los sentimientos no se equiparan ni comparan, el cúmulo de todas estas cosas, son los "recuerdos", nos condimentan y sazonan cada anécdota, vivida y por vivir.
Me atrevo a dejar por escrito que el recuerdo, no es una facultad meramente intelectual o sujeta a la memoria solamente, es una acción conjunta de las potencias del alma, inteligencia y voluntad, con un fuerte trabajo artesanal de nuestro buen amigo el corazón. Por esta razón y otras que seguramente se me escapan es que cuando recordamos, se pone en funcionamiento todo nuestro cuerpo, imágenes que son captadas por nuestros ojos, enriquecidas de olores y sabores, que muchas veces podemos sentir con nuestras manos para que hagan contacto con la memoria e inmediatamente pasar por el corazón y la razón lo vivido aquella vez, pero no para vivirlo otra vez sino para que recordemos vivir.
Hace poco estuve en un lugar que ya había estado, mejor dicho, tuve que alejarme un poco del lugar donde ya había estado y vivido, porque fue tal el "Recuerdo" de vivencias, sensaciones, emociones, olores, sabores, latidos y canciones que vibraron en mi ser que vinieron las lágrimas a testificar de primera mano que los recuerdos son vida, vida compartida, recuerdos que ocupan gran lugar en el corazón.
¡Ojo! Esto no es una apología a vivir de los recuerdos, sino que es una invitación a que nuestro caminar sea digno de habitar en el cofre atesorado de recuerdos. Recuerdos de Vida. Recuerdo vivir y eso me motiva a cuidar minuciosamente nuestro presente para más adelante decir, recuerdo vivir.
Porque los recuerdos carecen de valor axiológico, la connotación se la damos nosotros, cuidado con deformar los recuerdos, estaríamos tergiversando nuestro patrimonio.

.egui.